Pasar tanto tiempo en casa, ha llevado a reconsiderar cada detalle y construir un espacio tan reconfortante como versátil. Las comodidades al interior ahora son mayores y cada espacio debe ser capaz de transformarse en casi cualquier cosa: un gimnasio, una estación de trabajo, una sala de estudio, un punto de reunión.

En este contexto, el reconocimiento quienes viven en frente o a lado, ha sido inevitable. Pasar tanto tiempo en al interior ha permitido una interacción más profunda y ha fortalecido nuestros lazos afectivos.

La vida en comunidad, irónicamente, se ha manifestado gracias a esta situación de confinamiento. Ahora las personas conviven más y en armonía y contribuyen a fortalecer y a enriquecer su propio entrono.

Hoy se ha vuelto necesario estar conectados. Lo que importa es estar cerca de todos y de todo. La ubicación, al igual que el confort la interior, es un elemento indispensable en esta “nueva normalidad”. Lo importante es la infraestructura y la conectividad, tener servicios comerciales y vivir cerca de los centros de trabajo.

Los espacios abiertos, la luz natural, plantas, habitaciones ventiladas , elementos naturales como piedras, maderas, plantas, se han vuelto detalles indispensables en esta nueva forma de habitar el hogar, y la razón es simple: necesitamos al interior elementos que nos recuerden el exterior.

Estar en casa, ahora se trata de habitar un lugar donde ya no importa lo grande o pequeña que ésta sea, lo que importa es su función, es el lugar donde se trabaja, donde se sueña, el lugar donde ahora sí es posible vivir de verdad.

nace en respuesta a esta sabia enseñanza promoviendo la vida en comunidad, la calidad de vida y a vivir de forma simple, sin complicaciones ni opulencias, como ya lo dijo Mies van der Rohe: “Less is more”.